“Me han dicho que tengo que sacarme dientes, pero yo no quiero”— es una de las frases más escuchadas en una primera visita de ortodoncia.
En el campo de la odontología, la ortodoncia es una rama especializada que se encarga de corregir la posición de los dientes y la mandíbula.
En algunos casos se hace necesario recurrir a las extracciones dentales para lograr los resultados deseados. En este artículo, ahondaremos en la importancia de un estudio personalizado de la boca de cada paciente antes de decidir si es necesario extraer alguna pieza dental, las situaciones en las que se puede requerir una extracción y cómo se elige la pieza dental a extraer.
Visión completa para decidir las extracciones
Antes de proceder con cualquier tratamiento de ortodoncia, es fundamental realizar un estudio completo de la boca del paciente. Este estudio incluye radiografías panorámicas y de perfil, fotografías intraorales y escaneado intraorales (antiguos modelos de escayola de la boca). Estas herramientas permiten al ortodoncista evaluar con precisión la posición de los dientes, la estructura ósea y la relación entre la mandíbula y el maxilar.
Este análisis detallado ayuda al ortodoncista a determinar si es necesario realizar extracciones dentales para lograr los resultados deseados. En algunos casos, las extracciones pueden ser necesarias para aliviar el apiñamiento dental severo, corregir la mordida, solucionar desviaciones de la línea media o evitar la posición de los dientes fuera del periodonto (hueso y encía) al alinearse.
Casos en los que es necesaria una extracción
El apiñamiento dental severo es una de las situaciones más comunes en las que se requiere una extracción dental en ortodoncia. Cuando los dientes están muy apretados y no hay suficiente espacio en la boca para alinearlos correctamente, en ocasiones se resuelve mediante expansión, proinclinación y stripping o reducción interproximal para evitar sacar dientes, pero no siempre es suficiente o preferible frente a las extracciones.
Hay algunas situaciones es necesario hacer espacio eliminando una o varias piezas dentales, especialmente en adultos en los que la capacidad de remodelación del hueso es menor que en niños y adolescentes.
Otro caso en el que se puede precisar una extracción es en aquellos casos en los que hay una mordida incorrecta o maloclusión en la que el paciente no se quiere realizar cirugía ortognática, o bien no es un caso tan severo para entrar a quirófano, pero no es suficiente con elasticos y microtornillos para lograr una correcta mordida. Los casos de biprotrusión (dientes hay delante, como si no cabiesen en la boca, tanto que impiden juntar los labios) son un ejemplo de ello.
Cuando hay ausencias dentales en un lado de la boca solamente y se ha desviado la línea media dentaria, es decir, cuando la línea imaginaria que divide la boca en dos partes no coincide con la línea central de la cara, se puede recomendar extraer una pieza en el lado contrario, para ayudar a corregir la posición de los dientes y lograr una sonrisa simétrica.
Por último, los dientes con problemas como caries, fracturas o exposición del nervio pueden requerir extracción antes de iniciar un tratamiento de ortodoncia. Aunque no sea imprescindible para alinear, es necesario tener una boca sana antes de comenzar a mover los dientes, ya que cualquier infección o problema dental puede complicar el tratamiento ortodóncico.
Selección de la pieza dental a extraer
Traducionalmente, en ortodoncia se suelen extraer los premolares para crear espacio y alinear correctamente los dientes en la boca. Los premolares son las piezas dentales que se encuentran entre los caninos y los molares y su extracción suele ser bien tolerada por los pacientes.
En algunos casos, cada vez más frecuente, se recurre a la extracción de las muelas del juicio o cordales, con el objetivo de ocupar el espacio de hueso que ocupan, para corregir los problemas de mordida, principalmente en clases II y III.
En adultos con apiñamiento inferior severo y mordida bien engranada, a veces optamos por extraer un incisivo inferior. Yo siempre explico que con la edad, los dientes van “migrando” poco a poco hacia delante debido a las fuerzas masticatorias, entre otras causas, por lo que los dientes se colapsan delante.
En cualquier caso, la decisión final sobre qué pieza dental extraer va a depender del caso particular del paciente y de los objetivos del tratamiento ortodóncico. El ortodoncista evaluará cuidadosamente cada caso y determinará cuál es la mejor opción para lograr una sonrisa saludable y estética.
En conclusión, la extracción de piezas dentales en ortodoncia no siempre es necesaria, a veces con una buena estrategia y planificación terapéutica a la hora de mover los dientes podemos evitar muchas extracciones, sin embargo, en algunos casos puede ser la mejor opción para lograr los resultados deseados. La decisión de extraer o no un diente debe tomarse basándose en un estudio exhaustivo del caso y a los objetivos del tratamiento acordados con el paciente. El objetivo final de la ortodoncia es lograr una boca funcional, sana y estética, por lo que es importante confiar en la experiencia y el criterio del ortodoncista para tomar la mejor decisión en cada caso.