Parece fácil deducir que los niños no son demasiado amigos del cepillo y supone una dificultad añadida limpiar los dientes cuando llevan aparatos en la boca. Por esta razón, considero que los alineadores transparentes son los más recomendables gracias a la facilidad para la higiene dental ya que se pueden retirar con total facilidad.
Pérdida del aparato: A veces me preguntan los papás ¿y qué hago si pierde el alineador? No hay problema, podemos colocar el siguiente alineador ya que los movimientos son progresivos, y continuar el tratamiento. Algo que con los aparatos removibles tradicionales no era posible, porque es necesario fabricar uno completamente nuevo.
Motivación: Aunque para los padres la estética no sea una prioridad, ¡a los niños les encantan los alineadores! Te sorprenderá ver cómo aprenden a ponerlos y quitarlos y lo enseñan a sus compañeros del colegio.